La probable independencia de Kosovo puede tener graves consecuencias regionales. Los serbios de Bosnia-Herzegovina, quienes también reivindican su derecho a la secesión de un Estado que visiblemente nunca funcionó, la considerarán un precedente. Y además podría generar una ola de desestabilizaciones en cadena, fundamentalmente en Macedonia y en Montenegro, lo que puede poner en tela de juicio todas las fronteras actuales de los Balcanes.
Pero, cabe preguntarse si, como lo sugieren en voz alta un número creciente de “expertos” y de diplomáticos, esas fronteras son un “tabú” que podría superarse. Las guerras de la década de 1990 se libraron en nombre de los “grandes” Estados, de la “Gran Serbia” o de la “Gran Croacia”. Detrás de la reivindicación de independencia de Kosovo se perfilaría el espectro de la “Gran Albania”... ¿Será entonces tiempo de revisar todas las reivindicaciones territoriales, y de definir nuevas fronteras, que serían por fin “justas”, pues coincidirían (...)