“En la actualidad, la participación en los beneficios es inusualmente alta (y la de los salarios inusualmente baja). De hecho, la amplitud de esta evolución y el número de países afectados no tiene precedentes en los últimos 45 años”. ¿De dónde provienen estas líneas? ¿De un documento de la Confederación General del Trabajo (CGT)? De ninguna manera: provienen de un artículo del Banco de Pagos Internacionales (BRI, según sus siglas en francés), una institución que reúne cada mes, en Basilea (Suiza), a los presidentes de los bancos centrales con el fin de “coordinar las políticas monetarias” y “dictar reglas prudentes”. No se trata realmente de un refugio de marxistas, sin embargo, su alegato contra este “margen (de beneficio) de una importancia sin precedentes” se extiende a lo largo de veintitrés páginas.
¿Y quién teme lo peor? “Esperé y sigo esperando cierta normalización en la distribución de las ganancias y los salarios”, (...)