La democracia, referencia obligada de los discursos y de las prácticas políticas, está en crisis. Renacen los comportamientos oligárquicos, apoyados en la globalización económica: imposiciones de los organismos financieros internacionales, políticas impuestas por la Unión Europea, etc. En Francia, las instituciones políticas funcionan como replegadas sobre sí mismas. ¿Para cuándo las instituciones democráticas que puedan salvar a los ciudadanos? Más aún, ¿para cuándo ciudadanos libres para salvar a la democracia?
Precisamente, es a la crítica de las instituciones francesas a lo que se dedica Dominique Rousseau, profesor de derecho constitucional en Montpellier, en La Ve République se meurt, vive la démocratie! (La V República se muere, ¡viva la democracia!). En efecto, la primera característica de la crisis actual consiste en la terrible dificultad para que la voluntad del pueblo sea aceptada por sus dirigentes. Es lo que podría denominarse un desenganche institucional. El autor analiza las deficiencias de un sistema político (...)