Me encantan los spa, el agua caliente y las burbujas que relajan los músculos. En las instalaciones de Pailleron, en París, hay un magnífico jacuzzi y varias piscinas de agua caliente. No son los balnearios de Budapest pero su acceso es gratuito, a condición de demostrar que se está en paro. No basta con el carnet, es necesario presentar un certificado reciente. Hay que ser precavido, doblar el papel y guardarlo en la cartera. Pero si uno se olvida le entran ganas de pagar la entrada y desdeñar tal privilegio. Pero yo suelo ir preparado por lo que pueda pasar. Llevo siempre un CV en el bolsillo y allí donde llego pregunto: “¿Necesitan personal?” Ese día no llevaba el certificado pero sí mi CV.
— “Buenos días señora, deme una entrada para la piscina….
— ¿Tiene un certificado reciente? (Hice como si lo buscara)
— Lo siento, señora, (...)