¿Acabará la NASA descubriendo huellas de vida en Marte? Pregunta eterna. Pero tanto si esas huellas existen como si no, el resultado para la industria aeroespacial es el mismo: la exploración de este nuevo Eldorado le ofrece una bocanada de oxígeno y un verdadero maná financiero.
Ya se ha programado toda una serie de misiones hacia Marte. Desde el minivehículo motorizado Pathfinder, que permitió recorrer la superficie marciana en 1997, al transbordador espacial Global Surveyor que gira en órbita alrededor del planeta desde 1999 para cartografiarlo, sin olvidar los dos robots móviles –o “rovers”– alimentados con plutonio y enviados en 2003, la carrera hacia Marte ha empezado.
Lanzada el 3 de enero de 1999, la sonda espacial Mars Polar Lander dejó bruscamente de dar signos de vida al aproximarse al suelo del planeta. El artefacto, realizado por Lockheed Martin, tenía la misión de proseguir con la cartografía y el análisis de la (...)