El plan de retirada presentado por el primer ministro israelí, el general Ariel Sharon, que prevé el desmantelamiento de las colonias judías de la Franja de Gaza ocupadas por unas 7.000 personas, genera numerosas reacciones positivas. La oposición laborista; el movimiento La Paz Ahora, y hasta el partido Yahad, “padre” del pacto de Ginebra que preconiza el retorno a las fronteras de 1967 con algunas modificaciones mutuamente aceptadas, todos felicitan a Sharon por su “coraje” y su “clarividencia”. Idéntica aprobación se registra en el exterior. El Primer Ministro israelí es objeto de elogios por parte de dirigentes occidentales, que se dicen felices de oír en su boca expresiones tales como “desmantelamiento de colonias”. Sin duda, evacuar una sola colonia edificada en tierra palestina ocupada hace 37 años sería una verdadera primicia, ¿pero acaso esa actitud convierte el plan de evacuación de Gaza en un plan de paz?
De un lado, si (...)