Víspera de elecciones en la pequeña ciudad turística de Bansko, a unos cincuenta kilómetros de Blagoevgrad, en el sudoeste de Bulgaria. Algunos curiosos se concentran frente al ayuntamiento; policías panzones escoltan las urnas hacia los colegios electorales. “La línea política de nuestro partido no ha cambiado desde su creación en 1893: proteger a todos los búlgaros, incluso a aquellos que viven fuera del país, y denunciar las políticas de asimilación de las que son víctimas”, declara sonriente Ivan Stoyanov, mientras observa la escena desde un café vecino. El hombre tiene la cabeza calva y manos de obrero. Es miembro de la Organización Revolucionaria Interior Macedonia - Movimiento Nacional Búlgaro (VMRO-BND).
Este pequeño partido conservador y nacionalista se considera descendiente de los comitadjis, los cuales disparaban contra los soldados otomanos a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Milita por la “reunificación de todas las tierras búlgaras”. Una posición claramente (...)