Bienvenidos a “Tikolandia”, el país donde todo se compra. Así es como la oposición que acaba de derrocar al presidente-empresario Marc Ravalomanana llamaba a Madagascar, en referencia a Tiko, perteneciente al ex presidente. “Administraba el país como su empresa. Consideraba a sus conciudadanos como si fueran sus empleados. ¡Pero yo no quería ser un sirviente de Tiko!”, exclama Gisèle Rabesahala, presidenta de la asociación Fifanampiana Malagasy (Comité de Solidaridad de Madagascar), fundada hace cincuenta años para apoyar a las víctimas de la represión colonial francesa.
Hace dos meses, el Gobierno de Marc Ravalomanana empezó a vacilar. A principios de enero, Andry Rajoelina (34 años), el joven alcalde de la capital, Antananarivo, se puso a la cabeza de un movimiento de insurrección heteróclito. Al menos 111 personas murieron el 26 y el 27 de enero, quemadas vivas en los saqueos de los negocios, y entre 28 (según el Gobierno de Marc Ravalomanana) (...)