La Unión Europea cuenta hoy con veintisiete Estados miembro. ¿Tiene también un proyecto de sociedad compartido que le sea propio? ¿Y lo puede tener desde el momento en que se constituye con el mercado como matriz? Lo que caracteriza actualmente a la UE es la ausencia de una voluntad común, que no llega a disimular un tratado constitucional europeo rechazado por Francia y los Países Bajos, pero al que algunas capitales se aferran como chaleco salvavidas.
No se podrá escribir una nueva página colectiva de la historia de Europa haciendo abstracción de las historias particulares de cada una de las naciones y sin compartir sus objetivos con la otra gran potencia continental que es Rusia.