“Dilma capitula ante los mercados”. El diagnóstico, publicado por el periódico económico brasileño Valor Econômico, el 16 de enero pasado, no proviene de una organización de extrema izquierda. Lo formuló Luiz Gonzaga Belluzzo, un economista moderado que hasta hace poco tiempo asesoraba al Gobierno de Dilma Rousseff. Sólo algunos meses después de la ajustada victoria de la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones presidenciales, con el 51,64% de los votos, el veredicto sacudió al campo progresista. Y supone un duro balance de las contradicciones que acosan al PT.
La hoja de ruta que se sigue desde el escrutinio de octubre de 2014 no deja de desconcertar a los militantes. Mientras que, durante la campaña, el PT se había presentado como la última muralla contra la amenaza de un regreso al poder de los neoliberales, las primeras medidas del Gobierno parecen directamente sacadas de un breviario monetarista. La (...)