- Royal Gardens Paradise, Budva, 2020
Para hacer frente al ya punzante frío, a finales de octubre, a más de 1.700 metros de altitud, los militantes se reúnen en torno a un gran fuego. Nos encontramos en la meseta de Sinjajevina, en las montañas del norte de Montenegro. Al igual que en los Causses franceses a mediados de la década de 1970, la población local, a la que se han sumado los ecologistas, teme que estas austeras y magníficas áreas de pastoreo se transformen en terrenos militares.
“El Gobierno saliente quería que esta zona del lago Savina Voda se utilizara como campo de maniobras y de destrucción de municiones obsoletas –explica Milan Sekulović, fundador de la iniciativa ciudadana Salvemos Sinjajevina en 2018–. La actividad pastoril de unas cincuenta familias corre peligro, mientras sigue disminuyendo el número de campesinos, a (...)