En un ambiente solemne y en el marco de la conferencia final de la XIII Asamblea Popular Nacional que se celebró el 20 de marzo de 2018, Xi Jinping, quien recientemente había sido reelecto para el cargo de presidente de la República Popular de China (RPCh), anunciaba: “estamos dispuestos a compartir las posibilidades de desarrollo del continente con nuestros compatriotas taiwaneses, a mejorar su bienestar y a avanzar en el proceso de reunificación pacífica de China”. De esta forma, los taiwaneses recibían una calurosa invitación para ir a comprobar lo que la madre patria podía ofrecerles. Con mayor poder que nunca, el dirigente chino aprovechaba la ocasión para recordar las intenciones de la RPCh, cuya Constitución de 1982 prevé explícitamente en su preámbulo la reunificación con Taiwán.
Este discurso se producía en un momento de fuertes tensiones regionales. En 2016, Tsai Ing-wen, recién electa para ocupar la presidencia de la isla, (...)