El comienzo de la década de 1840, el Reino Unido se abrió paso a cañonazos en los puertos chinos. El Imperio del Medio les había “cerrado para siempre” Cantón, sobre todo para reducir el tráfico de opio organizado por los británicos. Los barcos de guerra británicos obligaron al emperador Daoguang a firmar, el 29 de agosto de 1842, el tratado de Nanking: China abrió cinco puertos y cedió Hong Kong a la Corona. Después de un segundo conflicto (1856-1860), el comercio del opio fue legalizado y la soberanía china se vio un poco más socavada. En los libros de historia, los acuerdos surgidos de estas dos guerras del opio están grabados con el nombre de “tratados desiguales”.
“¡Cosco go home!”: el 24 de noviembre de 2008, el eslogan adornó la bandera de los estibadores griegos del Pireo, mientras en Atenas los trabajadores se manifestaban contra la firma de un contrato que (...)