l veto que en tres ocasiones presentó Moscú a las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que amenazaban a Damasco con sanciones se basa “en una concepción insostenible de la legalidad internacional”, opina un diplomático, al margen de la XXI Conferencia Anual de Embajadores Franceses en el Palacio del Elíseo el 28 de agosto de 2013. Este tipo de afirmaciones, cada vez más frecuentes en los debates de política exterior, revelan la inflexión de las relaciones internacionales.
Desde el siglo XIX, el orden jurídico mundial tiende fundamentalmente a “erradicar el flagelo de la guerra”, en palabras de la Carta de las Naciones Unidas. Al igual que la Sociedad de Naciones (SDN) que la precedió, la Organización hace de la paz su valor supremo, en función del cual se organizan las instituciones y la legislación. Su objetivo principal es “mantener la paz y la seguridad internacionales” (artículo 1, párrafo (...)