Portada del sitio > Mensual > 2013 > 2013/10 > Ibsen superstar

Teatro

Ibsen superstar

Cuando un autor llega al público dando forma a las preocupaciones y a los debates de su tiempo, su intención halla un eco en el imaginario colectivo. Pero el entusiasmo que suscita de nuevo, un siglo después, ¿significa que nosotros seríamos, con un cierto desfase, sus contemporáneos?

por Louis-Charles Sirjacq, octubre de 2013

A semejanza de los surfistas, que buscan el spot y van juntos a medirse con el océano, las autoridades del teatro público francés tienden a seguir la ola. Fue así como, en los años 1970 y 1980, en la estela de la difícil y magnífica puesta en escena de La disputa por Patrice Chéreau (1973), rompió una poderosa ola Marivaux. ¡Basta de marivaudage! Cuántas “Falsas criadas” y cuántos “Juegos del amor y del azar” vimos, donde se nos enseñó que el mencionado juego no era más que una lucha de clases avant la lettre, y que el inconsciente dictaba el discurso de las condesas…

Pero pronto, junto a la proliferación de versiones de las piezas de Bernard-Marie Koltès, la fascinación por el modelo “alemán” causó estragos, y los directores surfearon en la ola de Heiner Müller, Peter Handke, Thomas Bernhard (la lista no es exhaustiva). Finalmente, hace unos años que hemos (...)

Este artículo está reservado a suscriptores.

Si usted es suscriptor, introduzca sus datos a continuación para continuar con la lectura.


¿Todavía no es suscriptor?

Elija su fórmula de suscripción y cree su cuenta.

NECESITAMOS TU APOYO

La prensa libre e independiente está amenazada, es importante para la sociedad garantizar su permanencia y la difusión de sus ideas.