En un reciente artículo, el historiador marxista Perry Anderson analiza la debacle actual de la izquierda italiana. Uno de los elementos que, según él, ayuda a explicar el hundimiento de una de las izquierdas más fuertes y creativas de Europa es su escasa relación con la cultura popular. El Partido Comunista Italiano (PCI) fue capaz de captar a parte de la élite cultural italiana, pero al precio de hacerse a su vez elitista y despreciar la cultura popular. Es decir: el cine, la música, la literatura… que consumen el campesinado, la clase obrera y la pequeña burguesía. La idea del PCI era que había que “formar” y “educar” a estos grupos para que alcanzasen un nivel elevado de “refinamiento cultural”. El resultado fue un divorcio cultural de las clases populares.
Este análisis de Perry Anderson nos obliga a pensar en uno de los subgéneros populares más activos: el de los superhéroes (...)