Montaña mítica, punto culminante de la Tierra… El Everest se eleva a 8.848 metros de altura sobre la frontera entre Nepal y China, en el cordón del Himalaya. En 2007, el guía Ludovic Challéat lo escaló por el lado tibetano. “A menudo –dijo posteriormente– el Everest ya no es considerado como una especie de meta final tras una larga experiencia en grandes altitudes, sino como un producto de consumo. Cientos de sherpas transitan de manera casi permanente por la montaña llevando carpas, botellas de oxígeno, calentadores, gas, alimentos, ropa de abrigo… A excepción de unas pocas personas, a partir de los 7.700 metros se utiliza oxígeno de manera sistemática. El porcentaje de ascensiones exitosas es relativamente elevado y los accidentes son raros para una cumbre de tal altitud”. Durante la primavera de 2007 llegaron a esa cima seiscientas treinta personas, tantas como en los cuarenta años que transcurrieron desde la (...)
Portada del sitio > Mensual > 2009 > 2009/11 > La era de los devoradores de cimas
El Everest para principiantes
La era de los devoradores de cimas
Hace cerca de dos siglos que las cumbres himalayas, comenzando por el Everest, atraen a alpinistas de todo el mundo. La forma y el espíritu de las expediciones varían en función de las épocas y de sus ideologías dominantes: la sed de conquista en el siglo XIX, el nacionalismo que envolvía las dos guerras mundiales… Actualmente, la obsesión por la hazaña tiende a hacer de estas montañas simples soportes narcisistas para turistas poco entrenados, que a veces pagan su ligereza con la vida.
Este artículo está reservado a suscriptores.
Si usted es suscriptor, introduzca sus datos a continuación para continuar con la lectura.
¿Todavía no es suscriptor?
Elija su fórmula de suscripción y cree su cuenta.
NECESITAMOS TU APOYO
La prensa libre e independiente está amenazada, es importante para la sociedad garantizar su permanencia y la difusión de sus ideas.