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En las raíces del conflicto

La crisis catalana nació en Madrid

El 27 de octubre, el Parlament catalán declaró la independencia de Catalunya. Ese mismo día, el Senado español aprobaba la aplicación del artículo 155 de la Constitución, suspendiendo así la autonomía catalana. El presidente Rajoy ha buscado solucionar esta crisis disolviendo el Parlamento catalán, cesando al ‘Govern’ y convocando elecciones autonómicas para el 21 de diciembre. Sin embargo, idear una solución para el conflicto entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat implica remontarse a las raíces de la crisis: la respuesta a esta constituye una forma de territorialización de conflictos surgidos en otro ámbito.

por Sébastien Bauer, noviembre de 2017
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Antoni Miró.- "Els castellers" (Los "castellers"), 2011

Vistas desde Europa, las posiciones de las partes enfrentadas en la cuestión catalana pueden parecer extrañas, incluso erráticas. Sin embargo, obedecen a dos estrategias que percibimos mejor abandonando la retícula “separatismo contra Estado centralista”. No porque sea incorrecta –ambas partes se remiten a ella–, pero enmascara otro problema más profundo: la Constitución española no ha evolucionado desde su adopción en 1978, tres años después de la muerte del dictador Francisco Franco, perdiendo poco a poco el contacto con la realidad de la sociedad que debía estructurar. La interpretación separatista no explica por qué el presidente de Gobierno español incendia Cataluña el 1 de octubre y después llama a celebrar elecciones allí, ni por qué su homólogo catalán declara una independencia sin ningún efecto real. La respuesta es que la crisis (...)

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