Después de haber aceptado a las mujeres en los aviones caza, el Ejército israelí se plantea dejar de prohibirles los tanques. Al formar parte de los muy pocos países en los que el servicio militar no está reservado a los hombres, Israel informa activamente sobre sus mujeres soldado, musas de un Ejército que sería el más moral del mundo. ¿Acaso no designó también la “única democracia de Oriente Próximo” a una primera ministra, Golda Meir, en 1969?
La página web del Ejército dedica una sección a las mujeres, alabando la “bravura” de las combatientes “feroces” que patrullan a lo largo de la frontera. En los manuales escolares de Historia, los clichés de jóvenes mujeres soldado atléticas en uniforme, con metralletas Uzi colgadas en bandolera y con el rostro maquillado de color camuflaje se unen a las fotografías de pioneras que trabajan la tierra, pavimentan carreteras y montan guardia en los kibutz. (...)