“¡Por supuesto que nosotros somos los herederos del Mau Mau! Pero, hoy, el combate que nosotros llevamos a cabo es más mental que físico”. Natural de Nakuru, cuarta ciudad del país, Ruo Kimani, coordinador Mungiki del Rift Valley, dice tener un 40% de simpatizantes entre los habitantes de la región. Algunos de sus “lugartenientes” están presentes esta tarde a su lado. Hay un campesino, un comerciante, un desempleado. Sólo las tabaqueras de cuerno de antílope atestiguan su pertenencia al culto de “quienes rezan frente al monte Kenia”. “Tenemos miembros dentro del gobierno así como de la función pública; policías y militares, afirma Kimani. Nosotros podríamos muy bien hacer caer al gobierno, pero preferimos utilizar la vía democrática para pedir justicia. En la situación de crisis actual del gobierno, por otra parte, no podremos ser ignorados durante mucho tiempo”.
Los últimos meses, una decena de Mungiki han sido misteriosamente asesinados. ¿Ha fomentado (...)