La sociología tiene mucho que decir en los debates sobre la globalización. Pues si bien los análisis de los especialistas abundan en diagnósticos alentadores o críticos, se muestran en cambio muy discretos sobre el comportamiento de los expertos y contra-expertos que son los protagonistas fundamentales de la globalización.
El estudio de la gobernanza mundial representa un mercado valorizado y provechoso para los productores de derecho, de economía o de ciencia política. Más allá de sus divergencias científicas o ideológicas, esos productores coinciden en tomar en serio el desafío de la globalización. Haciendo como si ésta fuera una realidad –que hay que promover, combatir o controlar– movilizan recursos sociales e institucionales que coadyuvan a su existencia como fenómeno político importante, pero también como tarea en torno a la cual se apresuran los expertos. Durante sus discusiones en diversos foros, los protagonistas evitan cuidadosamente socavar ese nuevo espacio de poder. Lo que no (...)