Varios factores explican el retroceso del recurso a los tribunales de conciliación laboral (Conseils des Prud’hommes).
En primer lugar, las rescisiones de contratos laborales de mutuo acuerdo de tipo individual, en constante alza, están remplazando los procedimientos en los tribunales de conciliación laboral. En 2018, según cifras del Ministerio francés de Trabajo, se aprobaron 437.700, es decir, una subida del 3,9% con respecto a 2017, cuando ya había aumentado un 8%. Ahora bien, estas rescisiones a menudo se negocian a minima desde un punto de vista legal, pues se traslada su coste económico del empleador a la agencia gubernamental de empleo francesa (Pôle Emploi), que paga los subsidios de desempleo. El Gobierno de Macron ha reforzado esa tendencia al crear las rescisiones de contratos laborales de mutuo acuerdo de tipo colectivo; se firmaron sesenta en 2018.
Asimismo, los plazos de prescripción, es decir, el periodo en el que se puede actuar, se (...)