El entramado que sostiene la novela Viva es un collage de citas y vestigios de un mundo perdido. Su autor, el francés Patrick Deville (Saint-Brevin-les Pins, 1957), pretende rescatar los restos de nuestra cultura; para ello, reúne vestigios con la esperanza de reconstruir un pasado que intuye irrecuperable. Conforma con ellos una suerte de autobiografía que es también un recorrido por una ciudad desaparecida, México, de la mano de, entre otros, León Trotsky y Malcom Lowry, la pintora Frida Kahlo y la fotógrafa Tina Modotti, los escritores B. Traven y Antonin Artaud.
Mientras que la evocación del dulce ayer de Proust es un ejercicio tan placentero como comerse una magdalena, para Deville recordar supone excavar sueños, desenterrar pesadillas. Si las encantaciones del primero ocurren en un parque o un café, las del autor de Peste & Cólera, tienen lugar en un cementerio, el de la memoria histórica, donde lo único que (...)