Ante la multiplicación y exacerbación de las crisis de todo tipo y en todos los órdenes que afectan a la Unión Europea (UE) en su conjunto o a tal o cual Estado miembro, el discurso dominante de la mayoría de los dirigentes consiste en proclamar que se necesita “más Europa”, es decir, en su mente, más de la Europa actual. De ahí, entre otros proyectos improvisados de urgencia, el de la integración acelerada del perímetro de la zona euro, y no solamente en materia monetaria y presupuestaria.
Esta huida hacia adelante equivale a desdeñar la opinión de los pueblos que, todas las encuestas y todas las elecciones recientes lo prueban, son cada vez más hostiles a esa Europa. En una contribución muy útil, Hubert Védrine, ex ministro francés de Asuntos Exteriores, pone en guardia a los Gobiernos contra el serio riesgo de una ruptura entre los ciudadanos de la mayoría de (...)