¿Un millón de muertos en cien días, y el mundo no sabía nada? Desde la independencia, en 1962, todos los que se interesaban por Ruanda sabían que algo se estaba tramando. Ya en 1959 los hutus, asistidos por los belgas que habían apostado por esa mayoría étnica, echaron del país a más de 300.000 tutsis. Desde que en octubre de 1990 el Frente Patriótico Ruandés (FPR) –una organización político-militar que luchaba por el retorno de los exilados y cuyos miembros, refugiados en Uganda, hablaban inglés- entró en la guerra, cada avanzada se tradujo en masacres de tutsis.
En agosto de 1993, bajo la presión de los prestamistas, se firmaron acuerdos de paz en Arusha, Tanzania. Estos acuerdos preveían la instalación de un gobierno de transición, en el que estaría representado el FPR al lado de la oposición política, con la garantía de una fuerza de paz de la ONU. En ese (...)