A estas alturas del siglo XXI, sabemos que Internet es, entre otras cosas, una gran plataforma diseñada por el sacrosanto Estado para vigilar, de forma inmisericorde, al individuo, todo ello con la connivencia activa o pasiva de las principales firmas tecnológicas. La profecía gaddiana se ha cumplido. Nos referimos al escritor norteamericano William Gaddis (1922 – 1998), que dedicó gran parte de su carrera como novelista al examen paranoide de los sistemas de (des)información e (in)comunicación. El tema principal de sus escritos es el despojo de los espacios comunales utópicos por una versión u otra del entramado militar-industrial. Su mística de culto lo ha convertido, muy a su pesar, en un escritor profético, con una comprensión sin precedentes de las corrientes esotéricas de la vida moderna.
El arte actual se escribe con f
En la novela Los reconocimientos (1955), el pintor Wyatt Gwyon se dedica a firmar obras de maestros como (...)