En 2015, Pakistán participó en las dinámicas regionales, aunque éstas fueran imprevisibles. El proyecto de un corredor económico entre China y las costas pakistaníes reforzó el eje Islamabad-Pekín. En cuanto a las relaciones con los vecinos afgano e indio, éstas sufrieron sobresaltos ligados, en parte, a la entrada en escena de nuevos dirigentes: Narendra Modi, primer ministro indio desde mayo de 2014, y Ashraf Ghani, presidente afgano desde septiembre de 2014 –mientras que, cuatro meses más tarde, Salman Bin Abdulaziz al Saud accedía al trono de Arabia Saudí–.
En un principio, Ghani tendió la mano a los pakistaníes, antes de sufrir desengaños. El endurecimiento tras la llegada al poder de los nacionalistas hindúes en Nueva Delhi dio paso a una atmósfera más propicia al diálogo, hasta que tuvo lugar el atentado en una base militar india el pasado 2 de enero. Las relaciones con el viejo aliado saudí se complican debido (...)