No pasa ni una semana sin que la derecha y la extrema derecha israelíes intenten descubrir a nuevos traidores. Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de izquierdas calificadas de “topos financiados por el extranjero” que colaboran con “el enemigo palestino”; escritores, artistas, personalidades políticas: en Internet, todo el mundo puede recurrir al “shaming”, es decir, a las intimidaciones y a las humillaciones, a menudo acompañadas de insultos racistas y de amenazas. Debido a su oposición a la ocupación de los territorios palestinos o solamente porque defienden la democracia.
Incluso el presidente del país, Reuven Rivlin, fue víctima de semejante campaña en diciembre de 2015. Tuvo la desgracia de tomar la palabra en la conferencia organizada en Nueva York por el diario de izquierda Haaretz cuando representantes de Breaking the Silence se encontraban en la sala. En efecto, se acusa a esta asociación de militares desmovilizados, que brindan su testimonio sobre su servicio en (...)