Como nunca antes, el pasado mes de noviembre fue testigo de un intento de acercamiento sin igual entre destacados jefes de Estado de Medio Oriente y América del Sur. Con metas afines, aunque desde posiciones diametralmente opuestas o contrastantes, los presidentes de Israel, Irán y la Autoridad Palestina recalaron en Brasilia, y el israelí Shimon Peres y el palestino Mahmud Abbas visitaron después Buenos Aires. Abbas estuvo asimismo en Chile, país que recibió recientemente un centenar de refugiados palestinos (ver recuadro "Refugiados palestinos en Chile"), y agregó a su itinerario una parada imprevista en Venezuela. Caracas también recibió al primer mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad, proveniente de La Paz, donde hizo escala tras su estadía en Brasil.
Los tres visitantes buscaban asegurarse, entre otros objetivos, el apoyo sudamericano para sus principales causas: la resolución del conflicto palestino-israelí y las secuelas de las ambiciones nucleares iraníes.
Parte de esa solución, la creación (...)