En 2007, mediante una medida poco conocida, Chile accedió al afincamiento de una centena de refugiados palestinos venidos de Irak. Desde la invasión estadounidense de 2003, y con variado éxito, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha intercedido ante varios países, algunos latinoamericanos, en favor de palestinos que, buscando alejarse del teatro bélico iraquí, no lograron cruzar sus fronteras, tanto por la endeblez de sus documentos como por los problemas que tan masivo flujo de migrantes provenientes de ese país dislocado genera para Jordania y Siria.
Sin embargo, su llegada a Santiago en 2008 no estuvo exenta de debate en la colectividad palestina y otros ámbitos chilenos. Si bien el Comité Democrático Palestino de Chile la consideró una medida humanitaria, también explicitó su expectativa de que la acogida chilena y de otros países no obstaculice la resolución de la cuestión de los refugiados de las guerras (...)