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Dinero, dopaje y periodismo

Los grandes escándalos del Tour de Francia

El Tour de Francia 2009 finalizó el pasado 26 de julio con la victoria de Alberto Contador y un enorme éxito de público. Con sus más de dos millones de espectadores agrupados a lo largo de las carreteras, el Tour sigue siendo el mayor espectáculo gratuito del mundo. También es de notar que este año, por vez primera desde que estalló el caso Festina en 1998, no ha habido casos graves de dopaje, ni expulsiones de líderes por tramposos. Pero las recientes revelaciones del doble vencedor del Tour (1983,1984) Laurent Fignon, enfermo de cáncer, muestran la gravedad del mal que afecta a la “Grande Boucle”. El Tour es ante todo un negocio y su principal objetivo: ampliar los beneficios. Sea como sea.

por David Garcia, agosto de 2009

El Tour de France ¿es una “máquina de hacer dinero”? “Hay que ser un total desconocedor del funcionamiento de una empresa y carecer de una mente abierta para reducir los ‘sueños del mes de julio’ a esta simple definición”, exclama Christophe Penot, editor de obras en honor al ciclismo y cercano al ex director de la Grande Boucle Jean-Marie Leblanc. Porque “evidentemente, esta fiesta, que todo el mundo considera perfectamente organizada, tiene un coste. Es normal que sus promotores, que asumen riesgos, perciban ganancias, aun cuando sean significativas. Son las reglas del juego en una sociedad que se basa en el intercambio económico”. Un juego en el cual la familia Amaury, dueña de la competición, siempre gana.

El Tour de France genera así el 70% de los ingresos de Amaury Sport Organisation (ASO), una empresa que alcanza regularmente un porcentaje de beneficios del 20%. En 2007, de los 39 millones de (...)

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