Jugando con la amenaza de la quiebra y el miedo al caos, dos ex banqueros, Lucas Papademos y Mario Monti, acaban de tomar el poder en Atenas y en Roma. No son “técnicos” apolíticos, sino hombres de derechas, miembros de la Comisión Trilateral conocida por haber denunciado el exceso de democracia en las sociedades occidentales.
En noviembre pasado, el “directorio” franco-alemán de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) –la “troika”– manifestó su cólera cuando el primer ministro griego Yorgos Papandreu anunció la puesta en marcha de un referéndum en su país. Según ellos, la iniciativa cuestionaba un acuerdo que había sido cerrado un mes antes y que preveía un nuevo endurecimiento de la política económica que había castigado a Grecia. Papandreu –convocado a Cannes entre dos reuniones de una cumbre en la cual su país, demasiado pequeño, no participaba, condenado a la sala (...)