Durante la Cumbre Europea de Tesalónica, que tuvo lugar del 19 al 21 de junio de 2003, se inventó una nueva expresión geográfica: los “Balcanes occidentales”. El término corresponde a la oscura fórmula algebraica “6-1+1”, que designa a los seis Estados sucesores de Yugoslavia, menos Eslovenia –integrada en la Unión Europea (UE) en 2004–, más Albania. Así, los “Balcanes occidentales” quedaban diferenciados de Rumanía y Bulgaria, a quienes se había prometido una integración en la Unión Europea más rápida, que se hizo efectiva el 1 de enero de 2007.
En la actualidad, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia y Albania disponen de un compartimento particular en la sala de espera europea. Entre tanto nació un nuevo Estado, Kosovo, pero todavía no ha sido reconocido por cinco Estados miembros de la Unión Europea (España, Eslovaquia, Rumanía, Grecia y Chipre).
Las reglas fijadas en Tesalónica eran claras: a cambio de una futura adhesión, los Estados (...)