A finales de mayo de 2019, los estibadores de la Confederación General del Trabajo (CGT) del puerto de Marsella inspeccionaban los cargamentos destinados al Bahri Tabuk, un carguero saudí sospechoso de querer embarcar munición de artillería. Unos días antes, otro navío, el Bahri Yanbu, había conseguido recoger su carga en Bélgica, pero había tenido que renunciar a cargar en el puerto francés de Le Havre. Los días 20 y 21 de mayo, sindicalistas italianos anunciaban a su vez una huelga hasta que el barco abandonara el puerto de Génova, consiguiendo poder inspeccionar el cargamento. En cada uno de estos casos, los trabajadores portuarios estaban acompañados de unos pocos activistas de organizaciones no gubernamentales (ONG) y de algunos representantes electos que denunciaban el papel de Arabia Saudí y de sus aliados en la guerra en Yemen. ¿Nos encontramos ante el comienzo de la concienciación tras muchos años de inacción?
El episodio actual (...)