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La tragedia del barco prisión ‘Cap Arcona’

Un crimen silenciado

Ignorada por la mayoría de la gente, fomentada por los nazis, censurada por los ingleses, la mayor tragedia marítima de la historia –el naufragio del barco Cap Arcona y de otros tres buques, bombardeados y ametrallados por la Royal Air Force británica en la bahía de Lübeck, en el mar Báltico, el 3 de mayo de 1945– debía servir, en los últimos días de la II Guerra Mundial, para borrar las huellas de las atrocidades cometidas en los campos de concentración. En pocos minutos, más de 7.500 deportados encontraron allí la muerte.

por Alain Vancauwenberghe y Franck Mazoyer, agosto de 2005

Considerado el “Rey del Atlán­ti­co Sur”, el Cap Arcona, un vapor rápido de 27.571 tonela­­das de carga, era la nave almiran­­te de la flota de transatlánti­cos de la HSDG (Hamburg-Südamerikanische Dampfschifffahrts-Gesellschaft) de Hamburgo. Un buque muy lujoso, esbelto, de propulsión acoplada a tres chimeneas rojas y blancas. El Queen Mary II de su época. En su interior, ningún detalle estaba dejado al azar: mobi­liario de excelente factura, suite real, camaro­tes victorianos, jardín de invierno, gimnasio, ­pista de tenis... Un liner excepcional que sirvió de decorado, en 1942, para la versión ale­mana de una película sobre el naufragio del Titanic.

Construido en los astilleros Blohm & Voss de Hamburgo, el Cap Arcona fue botado el 14 de mayo de 1927. Durante ese viaje inaugural, se encontraban a bordo todas las grandes personalidades europeas. Por parte francesa, sobresalía la presencia de Pierre Clostermann, verdadera leyenda de la aviación mundial, quien sería el as (...)

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