En idioma chino es el lugar de las palabras en la frase –más que las palabras en sí mismas– lo que determina el significado. Ese principio se aplica perfectamente a la estrategia geopolítica de China. Desde Pekín hasta Shanghai, desde los representantes del gobierno hasta los miembros de los think tanks más destacados, sin olvidar a los universitarios, actualmente todos tienen en la boca la misma palabra: estabilidad.
Para comprender su verdadero significado, hay que situarla en el contexto de ese país en permanente movimiento, cuyos dirigentes están viajando al exterior con una frecuencia nunca vista, y donde los círculos universitarios, más abiertos que nunca al resto del mundo, cumplen el novedoso papel de cabezas pensantes para el poder, incluso los que están financiados por generosos donantes extranjeros. Así, el Centro de Estudios Internacionales de la prestigiosa Universidad de Beida, en Pekín, compuesto de tres edificios ultramodernos, fue apadrinado por tres (...)