CV: Usted ha sido un “presidente antropólogo”. Ha tratado de integrar la acción del Estado en el marco de una visión que coloca al ser humano en el centro del proceso de la vida. Contrariamente a lo que hacen a menudo otros dirigentes políticos, que actúan en función de parámetros mucho más fríos y de corto plazo: presupuestos, inversión, crecimiento, etc. ¿Comparte usted este análisis?
José Mujica: A ver… Yo pienso que el día a día, la comida, el trabajo de la gente, la vivienda, la educación, la salud son cosas por las que hay que preocuparse infatigablemente. Pero partiendo de una premisa fundamental: el crecimiento, por muy exitosa que sea la economía, podrá multiplicar mucho la riqueza pero acentúa enormemente las desigualdades. Por lo tanto, si el Estado no interviene tratando de mitigar eso –siquiera en parte–, la vida de la sociedad se hace muy comprometida. Porque las (...)