Decenas de miles de personas salieron a las calles de Liubliana y de todas las ciudades del país: la república eslovena (que cuenta con dos millones de habitantes), conocida por su calma, su moderación y su calidad de vida, nunca había vivido movilizaciones tan fuertes como las de este invierno. Las medidas de austeridad del gobierno conservador, en el poder desde enero de 2012, fueron rechazadas. Los sindicatos, siempre poderosos, recibieron el apoyo de muchos ciudadanos indignados por la corrupción de la clase política. En las marchas, muchos despotricaban contra la Unión Europea, a la que Eslovenia se incorporó en 2004. Y numerosos manifestantes agitaban la bandera de la ex Yugoslavia Federal, que abandonó en 1991.
¿Eslovenia está en crisis? En crisis política seguramente, ya que el gobierno conservador de Janez Jansa perdió la mayoría a finales de enero de 2013. Pero la crisis económica ¿es tan grave como lo afirman (...)