Estados Unidos no ocupa una posición dominante en la Unión Europea (UE), pero espera beneficiarse con el ingreso - el 1 de mayo de 2004- de los diez nuevos miembros, a los que corteja desde hace mucho tiempo.
Los halcones del Pentágono, en particular Richard Perle, que durante un largo período fuera consejero de Donald Rumsfeld, y que el 18 de febrero de 2004 renunció a su cargo en el Pentágono “para no obstaculizar la campaña electoral del presidente Bush” (sic), consideran que Estados Unidos debe defender su modelo de manera agresiva frente a la “vieja Europa”. Para ellos, el ingreso de nuevos países a la UE podría permitir a Estados Unidos pilotar una mayoría de naciones para impedir que la Europa ampliada se convierta en un contrapeso de Washington. Otro “gurú” de la política exterior estadounidense, Zbigniew Brezinski, resume la paradoja de la siguiente manera: “En momentos en que el (...)