La ciudad de Hamilton, en Canadá, no es conocida precisamente por tener un clima templado: cada año, las temperaturas son negativas durante 129 días y solo superan los 30 ºC durante 18 días. No obstante, en esta localidad de 500.000 habitantes, el 82% de los hogares dispone de aire acondicionado, una tecnología que el consejo municipal planea proporcionar gratuitamente a los residentes pobres que sufren problemas de salud. Hamilton inauguraría así un dispositivo inventado en Estados Unidos, donde ya existen ayudas públicas para los hogares con dificultades para equiparse.
¿Subvencionar el aire acondicionado? La medida es menos absurda de lo que parece. Cada verano, de Nevada a Florida, numerosos estados experimentan una atmósfera irrespirable, con temperaturas que exceden los 40ºC durante el día y apenas vuelven a bajar durante la noche. Residir en esos estados sin climatizador significa vivir en un sofoco permanente y exponerse a diversos males: hipertensión, insuficiencia pulmonar, (...)