Decenas de civiles fríamente asesinados en Irak por milicias chiitas, simplemente porque eran suníes: un crimen sin precedente en Oriente Próximo, desde la guerra civil libanesa de 1975-1976, cuando los militantes falangistas fusilaban a musulmanes únicamente porque eran musulmanes. Según las Naciones Unidas, unos 6.000 iraquíes fueron asesinados sólo en los meses de mayo y junio.
Otro centenar de civiles, esta vez en el sur de Afganistán, han sido “víctimas colaterales” de la ofensiva que desarrollan las fuerzas de la coalición dirigida por Estados Unidos para impedir el “regreso” de los talibanes. Mientras tanto se multiplican los atentados-suicida, que hasta ahora eran desconocidos en ese país.
En Gaza, un millón y medio de palestinos se encuentran atrapados entre la ofensiva del ejército israelí y la decisión de Estados Unidos y la Unión Europea de suspender toda ayuda directa. La escalada en el Líbano, destruido por los bombardeos indiscriminados de sus infraestructuras, de (...)