El general Efraín Ríos Montt estaba en el poder en Guatemala cuando el 14 de marzo de 1983, el New York Times escribía respecto de ese país: “Escuchamos siempre la misma historia: soldados del Gobierno uniformados llegan a un poblado, reúnen a los hombres y a las mujeres y los ametrallan. Pero aparentemente no gastan balas en los niños. Los cogen por los pies y estrellan su cabeza contra una pared. O les atan una cuerda al cuello hasta estrangularlos. Oímos hablar de niños lanzados al aire y ensartados luego con bayonetas”. Para justificarse el general se limitaba entonces a decir: “No practicamos una política de tierra arrasada sino de comunistas arrasados”.
Desde el retorno del régimen civil, en diciembre de 1985, y sobre todo desde la firma de los acuerdos de paz –el 29 de diciembre de 1996– que pusieron fin al conflicto armado, la Justicia persigue al ex general (...)