¿Sigue existiendo todavía una izquierda de gobierno en Europa? La respuesta será negativa si se considera que las políticas de izquierdas deben apuntar en primer término, a una distribución más equitativa de las riquezas, a la disminución de las desigualdades, a la defensa de los derechos de los trabajadores, al fortalecimiento de los servicios públicos. Terrenos todos en los que la socialdemocracia europea ha fallado lamentablemente. Hasta tal punto que para muchos ciudadanos ha perdido toda utilidad, salvo en algunos temas sociales importantes (como el matrimonio homosexual) que no son ni de derechas ni de izquierdas, pero que provocan la hostilidad de los sectores ultra reaccionarios, especialmente en el seno de la Iglesia Católica.
Es la construcción europea la que ha llevado a este resultado. La crisis sistémica actual lo confirma. Y las elecciones europeas de junio pasado lo han ilustrado de manera espectacular.
Para la socialdemocracia, Europa se ha transformado en (...)