La estrategia de seguridad nacional estadounidense (national security strategy, NSS), presentada con orgullo el 18 de diciembre de 2017 por el propio presidente Donald Trump, se basa en cuatro pilares: “proteger el territorio nacional”, “promover la prosperidad de Estados Unidos”, “preservar la paz por la fuerza” y “reforzar la influencia estadounidense”. En otras palabras, la seguridad interior (Homeland Security) y la geoeconomía (“apertura de los mercados internacionales”), presentadas como fines, están por delante de las consideraciones de orden directamente geoestratégico e ideológico, las cuales aparecen como medios. Este orden de precedencia corresponde a las primeras orientaciones que Trump dejaba entrever durante su campaña, antes de que se encontrara con la resistencia tanto de sus asesores (entre ellos los generales John F. Kelly, Herbert R. McMaster y James Mattis) como de los círculos tradicionales de la política exterior estadounidense.
El presidente, más aislado que al principio del año 2017, aún consigue dejar (...)