El salafismo tiene sus orígenes en el renacimiento del islam, que a finales del siglo XIX y principios del XX impulsaron pensadores como Sayyid Jamal al Din al Afghani, Muhammad Abdú y Rachid Rida. Éstos proponían un retorno a las prácticas de Mahoma y de la primera generación (salaf, en árabe, significa ancestro). Afirmaban que los musulmanes habían permitido que Occidente monopolizara principios pertenecientes al verdadero islam, de allí su retraso y su debilidad. Sostenían además que el islam no tiene que ver únicamente con lo espiritual, sino también con lo social y lo político.
Los islamistas políticos reivindican esas ideas, como ocurre con los Hermanos Musulmanes, grupo nacido en Egipto en 1928 e influenciado por los primeros salafistas. Esta corriente se transformó rápidamente en un poderoso movimiento popular, social y político, que contaba con centenares de miles de miembros en todo el mundo árabe. Su fundador, Hassan al Banna, no (...)