espués de los conflictos de Siria y Libia, Rusia y Turquía han librado un nuevo enfrentamiento subsidiario (proxy war) en el marco de otra guerra: el conflicto que ha enfrentado a Armenia y Azerbaiyán en el Alto Karabaj, en el Cáucaso. Las áreas de influencia y el equilibrio de poder están en el corazón de la relación que mantienen Moscú y Ankara. Sus ambiciones colisionan dentro de un arco de crisis que se extiende desde el norte de África hasta el mar Caspio, pasando por el Mediterráneo oriental y el mar Negro.
Ambos países llevan tiempo trabajando conjuntamente en el marco de una asociación geoeconómica en torno a proyectos energéticos vinculados a los sectores gasista y de la energía nuclear. Sumergido parcialmente bajo las aguas del mar Negro, el gasoducto Blue Stream abastece de gas ruso a Turquía desde 2003. En enero de 2020, su hermano pequeño Turkish Stream alcanzó los (...)