El pasado 23 de octubre, tras varios meses de conversaciones y mediación estadounidense, Israel y Sudán acordaban establecer relaciones diplomáticas, gesto de entendimiento que venía a sumarse a los tratados sellados el 15 de septiembre entre Tel Aviv y dos monarquías del Golfo, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, con la firma de los Acuerdos de Abraham. En pocas semanas, tres miembros de la Liga Árabe, siguiendo los pasos de Egipto (1978) y Jordania (1994), han roto el tabú del tatbi, es decir, la normalización con Israel, abandonando la muqata’a, su boicot. El acercamiento entre Tel Aviv y Jartum es de lo más simbólico, ya que precisamente fue en la capital sudanesa donde se formó, el 1 de septiembre de 1967, un “frente del rechazo” integrado por nueve países que llamaban a seguir la lucha contra Israel para recuperar los territorios perdidos en la Guerra de los Seis Días (5-10 (...)