En la noche del 15 de junio de 2020, en medio de los imponentes relieves himalayos que forman parte de la ferozmente disputada “zona gris” de la frontera sino-india, soldados indios y chinos libraron una batalla digna de las guerras medievales. Durante más de siete horas, en una noche profundamente oscura, a una altitud de 4.200 metros, se enfrentaron con piedras, palos con púas, barras de hierro rodeadas de alambre de espino, así como con sus manos desnudas, en un combate cuerpo a cuerpo de una violencia extrema.
Al amanecer, en las filas indias, se contabilizaron setenta y ocho soldados heridos y veinte muertos, la mayoría de ellos por hipotermia o ahogados tras ser arrojados a las gélidas aguas del río Galwan, que transcurre más abajo. Algunos soldados fueron arrastrados por la corriente y sus cadáveres se localizaron más al sur, donde el Galwan se encuentra con las aguas del río (...)