En mayo de 1960, Cuba y la Unión Soviética restablecieron relaciones diplomáticas, rotas por el dictador Fulgencio Batista en abril de 1952. Para la fecha, Washington ya saboteaba la economía cubana, alentaba las agresiones militares de exiliados contra la isla y se negaba a venderle a las autoridades revolucionarias de La Habana hasta repuestos para el armamento recuperado de la dictadura. En abril de 1961, una fuerza mercenaria, entrenada y dirigida por la Central Intelligence Agency (CIA), trató de invadir Cuba por bahía de Cochinos. Pero fracasó. Y el 3 de febrero del año siguiente, el presidente John F. Kennedy ordenó el bloqueo total del comercio entre las dos naciones. Casi a la par, se iba desarrollando la Operación Mangosta (Mongoose), nombre clave de una estrategia de Seguridad Nacional ordenada por Kennedy, con el fin de agredir a Cuba de todas las formas posibles, incluyendo una invasión directa.
Mientras Washington se (...)