Uno de los mitos de la modernidad es que constituye una ruptura radical con el pasado. Una ruptura de tal magnitud, que hace posible considerar el mundo como una tabla rasa sobre la que se puede inscribir lo nuevo sin hacer referencia al pasado o, si éste se cruza en el camino, mediante su obliteración.
El autor considera esta idea de la modernidad como un mito porque “la noción de ruptura radical tiene un indudable poder dominante y convincente, que choca con la abrumadora evidencia de que las rupturas radicales ni se producen ni se pueden posiblemente producir. La teoría alternativa de la modernización (más que de la modernidad), iniciada por Saint-Simon y desarrollada por Marx, es que ningún orden social puede alcanzar cambios que no estén latiendo en su condición existente”.
Durante el periodo que transcurre entre las revoluciones fallidas de 1848 y 1871, París experimentó una transformación realmente impresionante. Harvey (...)